Carl Sagan dedicó así uno de sus mejores libros "Cosmos" a su tercera y última esposa, Ann Druyan
For Ann Druyan:
In the vastness of space and the immensity of time,
it is my joy to share a planet and an epoch with Annie.
En Español:
Extracto de un artículo de Ciencia y Religión que escribió Ann Druyan
http://www.csicop.org/si/show/ann_druyan_talks_about_science_religion
Publicada en facebook por Astronomía en tu bolsillo
"Cuando mi esposo murió, porque era muy famoso por no ser creyente, muchas personas se me acercaban – todavía me sucede algunas veces – y me preguntaban si Carl había cambiado al final y se había convertido a la creencia en una vida después de la muerte. También me preguntan frecuentemente si creo que lo volveré a ver. Carl enfrentó su muerte con infatigable valentía y nunca buscó refugio en ilusiones. La tragedia era que ambos sabíamos que nunca nos volveríamos a ver. Nunca he esperado volver a reunirme con Carl.
Pero, lo más grandioso es que cuando estuvimos juntos, por casi veinte años, vivimos con una vívida apreciación de cuán corta y cuán preciosa es la vida.
Nunca trivializamos el significado de la muerte fingiendo que era alguna otra cosa diferente a un último adiós. Cada momento que estuvimos vivos y que estuvimos juntos fue milagroso – pero no en el sentido de haber sido inexplicable o sobrenatural –. Sabíamos que habíamos sido beneficiarios del azar…
Que el puro azar haya sido tan generoso y tan amable…
Que nos pudimos encontrar, como Carl escribió de forma tan hermosa en Cosmos, sabes, en la vastedad del espacio y en la inmensidad del tiempo…
Que hayamos podido estar juntos por veinte años. Eso es algo que me sostiene y que es mucho más significativo…
La forma en la que me trató y la forma en la que yo lo traté a él, la forma en la que nos cuidábamos el uno al otro y cuidábamos a nuestra familia, mientras vivió.
Eso es mucho más importante que la idea de que lo volveré a ver algún día. Creo que no volveré a ver a Carl nunca más. Pero lo ví. Nos vimos el uno al otro. Nos encontramos el uno al otro en el cosmos, y eso fue maravilloso."
- Ann Druyan, esposa de Carl Sagan