Iba bien de tiempo pero mal de aparcamiento. Di tres vueltas pasando por el arco de la Macarena a modo de meta volante.
Me llaman del dentista para ver por donde ando y me recomiendan aparcar en el parquing del hospital, así que tiré para allá peeero no me entraba el coche con la escalera encima. Así que marcha atras en la rampa.
Mil kilómetros más allá encontré aparcamiento. Y a correr hasta la clínica para llegar de esta guisa.
Suerte que no olia demasiado a cuerno quemado. Aunque la protección de la lampara se empañaba, de mis vapores. Jajaja
El implante ha ido estupendo. No he podido grabar como me lo apretaba con la llave de carraca porque la batería del móvil se acabó.
Luego olvidé la receta...
Cualquier día me voy a la calle sin las bolillas! Qué cabeza!
Todo controlado.
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